_Celia Guerra BFRP. Flores de Bach en Valladolid.
“Siempre que se trate de recuperar la fuerza interna, la memoria de la sabiduría olvidada, la reordenación de nuestro eje de identidad… Ahí es donde la sombra del árbol nos cobija con su Luz.”
Además de las flores que forman el vademécum floral clásico, en el SISTEMA BACH, están presentes también los árboles nada menos que 16 remedios florales están elaborados a partir de ellos de sus flores y de un brote (el de castaño).
En el grupo de DESALIENTO tienen una importancia particular, ya que de los 8 remedios que forman el grupo, 7 son árboles.
El árbol es un representante de la sabiduría, la longevidad, el silencio y la fuerza.
Los bosques portan la energía de la comunidad y el intercambio. De hecho a nuestra representación familiar gráfica, lo denominamos ARBOL genealógico representando a diferentes elementos y ramas unidos por una misma savia.
Su presencia es maestra de la unión entre el cielo y la tierra.
El árbol está ligado a la tierra a través de unas profundas raíces pero desde lo oscuro va ascendiendo progresiva y verticalmente hacia arriba, simultáneamente manifiesta una expresión horizontal, espejo del eterno presente en movimiento, mostrando los imparables ciclos naturales, el constante cambio, regeneración y renovación a través de los colores.
Los árboles nos muestran el proceso desde la eclosión, la fructificación…hasta la caída de sus hojas.
Es fácil entender el por qué la energía de los árboles está presente en las flores de Bach. Siempre que, en nuestro interior, se necesita aunar el poder fragmentado, disperso. Siempre que se trate de recuperar la fuerza interna, la memoria de la sabiduría olvidada, la reordenación de nuestro eje de identidad… Ahí es donde la sombra del árbol nos cobija con su Luz.
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