Miradas que hablan y flores de Bach

_Celia Guerra BFRP

Más allá de las palabras, de todo lo que se dice, existe un lenguaje universal que transmite mensajes claros: la mirada.

No importa si los ojos son marrones, negros o azules porque la percepción de una mirada sobre nosotros siempre despierta emociones y puede hacernos sentir que se desvelan todos los secretos, que todas las máscaras se disuelven. Dos miradas que confluyen pueden hacer que los relojes se detengan y hacer que desaparezca el tiempo y el espacio.

Cada flor de Bach muestra una emoción

Hay miradas que ordenan sin palabras, (VINE) aquella que la persona cuenta “mi padre no necesitaba hablar, bastaba con su mirada y ya sabía lo que tenía que hacer”.

Las asustadas que abren sus ojos con exaltación por la huella de miedo que ha quedado en el cuerpo, que parecen cegadas por una pesadilla (ROCK ROSE)

Hay miradas contemplativas, perdidas en el ensueño que miran a ninguna parte (CLEMATIS) y las hay retadoras y desconfiadas, con aguijón, que atraviesan como flechas desde unos párpados entrecerrados. (HOLLY)

Están las que se reciben en las reuniones, aparentemente amables, pero que están mandando callar para evitar conflictos, para evitar discusiones (AGRIMONY)

Las miradas escrutadoras, cotillas, que hacen un escáner para controlar todos los detalles de arriba abajo (CHICORY) . Cuando están bien aspectadas se convierten en tiernas y protectoras.

Y también las evitativas que aunque te miren, parecen crear un contacto intermitente que cuesta encontrar porque se escurren en la timidez (MIMULUS)

Además de acariciar con la piel, también acariciamos y nos acarician con la mirada, y es ella la que prodiga las más bellas declaraciones de Amor.

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¡Espero te sirva!